He sido testigo de la fugacidad de algunos momentos. El último, esta tarde. El cielo se vistió de color atardecer, lo ví, sonreí, pero cuando volví la vista ya se habia hecho de noche. Por suerte, guardé esos colores en mi retina por si algún día me olvido del color de los atardeceres. Sabiendo, que los momentos especiales hay que guárdarlos muy adentro.. por si algún día faltan, por si algún día no quedan más que sueños.
jueves, 21 de enero de 2010
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1 comentarios:
me encanta la fotografía :)) tan azul, y los cables de la luz, me gustan!! :))
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