Un domingo de los nuestros, en los que lo más predecible es que nos besemos todo el día, aparecimos cerca del mar. Yo llevaba el vestido del sábado noche, las legañas de la mañana, restos de tí en la piel. Paseamos, vimos una gata, quisimos entrar en todas las casas abandonadas, me fotografiaste viendo el mar. Nos besamos, me encontré, me perdí contigo para volver a encontrarte. Soplaste flores pidiendo deseos. Volvimos cogidos de la mano por el paseo de la playa. Era jodidamente feliz. Que está prohibido estar triste, si estoy a tu lado.
miércoles, 5 de mayo de 2010
un domingo (no) cualquiera
Publicado por Clementine en 21:28
Etiquetas: astrománticos, fotografía
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Vaya! Creo que Mayo nos sienta bien. Yo estoy igualita que tu :)
Oye, pero tú en qué sombrío paraiso vives!! Que me dan tantas ganas de ir!!
Oye, pero tú en qué sombrío paraiso vives!! Que me dan tantas ganas de ir!!
Publicar un comentario